domingo, 6 de abril de 2014

AGONÍA


Las horas pasan lentas, sin apuro
y mientras se consume el cigarrillo
trato de vislumbrar aquel futuro
que una vez fue tan claro y tan sencillo
y hoy se ve tan difuso y tan oscuro.

Y en esta soledad, la luna buena
me encuentra sin dormir, tan agobiado
e ilumina un reproche y una pena
de no lograr aquello que he soñado
y aceptar sin pelear esta condena.

Sin nada que perder, más que esta vida
que no va más allá de ser basura.
Incapaz de lidiar con tanta herida
se hace carne, la idea más oscura
de buscar por la mala una salida.

Amar sin condición, vaya ironía
amar porque lo manda el corazón
entregarse sin prudencia ni razón
someterse al dolor y la agonía
en aras de una estúpida ilusión.

¿Cuántas veces he dado el corazón,
Y cuántas me devuelven los pedazos?
Cuántas veces he dado en un abrazo
Mi hombría de bien, mi fe y mi ilusión.
¿Por qué si siempre acabo en el fracaso
Sigo dándome así sin condición?

Hoy vuelvo a mi precaria condición
Lejos la flor, soñando la fragancia
Me pregunto el por qué de esta distancia
y la respuesta es una decepción
su extraño amor, mi estúpida ignorancia
mi ciega entrega, su fría precaución.

Y en esta tan peculiar relación
donde se van extinguiendo día a día
los besos, las caricias, la energía
la presencia y poder de decisión.
El amor deja paso a la razón
y en la razón se extingue la armonía.

Y yo que juré que jamás volvería
a entregarme de lleno a un sentimiento
Vuelvo a caer y lo que esta noche siento
es un dolor que ya antes conocía.
Al fin los sueños se los lleva el viento
y el despertar tan solo es agonía.

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