lunes, 7 de abril de 2014

TEMORES


Eran verdes sus ojos, cual mi esperanza era
rosadas sus mejillas, igual que mi ilusión
y tan negra su alma, como su cabellera
y tan rojos los labios, de esa mujer artera
que dejó sin colores, mi viejo corazón.

Al partir se llevó, todas las primaveras
dejándome un invierno de gris desolación.
Se aseguró al partir de que me convirtiera
en un páramo muerto, en donde no creciera
nunca más la semilla, de una nueva ilusión.

Se marchó de mi lado, sin un remordimiento
su rostro indiferente, no mostraba emoción.
No fui más en su vida, que un entretenimiento
solo un idiota más que aportara momentos
para darle a su vida, algo de diversión.

La lloré con la sangre, de todas mis heridas
con ese llanto amargo, de la desilusión.
Y viviendo esa muerte, del que ama y no olvida
me sometí al martirio de saberla perdida,
y enterré en la tristeza, mi seco corazón.

Y borrando el amor, de mi vocabulario
me negué toda chance, de volver a creer.
arrastrando mi cruz, escribí mi calvario
en letras de dolor, que volcaron a diario
mi amargura y mi miedo, de volver a querer.

Me robaron la vida, me robaron la risa
me robaron las ganas, de volver a sentir.
Aquel demonio artero, de angelical sonrisa
dejo mi corazón reducido a cenizas,
arrasando a su paso, mis ansias de vivir.

Con el paso del tiempo, al final fui asumiendo
que este destino mío, sería siempre gris.
Y ahora que me descubro, nuevamente sintiendo
este profundo amor que mi alma esta invadiendo
y te juro tengo miedo, de sentirme feliz.

Temo haber olvidado, del amor las delicias
temo que mi alma tenga, muy poco para dar.
Que mis manos no sepan, prodigarse en caricias
o que mi corazón, cometa la injusticia,
de no ser el remanso, que puedas esperar.

Y temo no ser digno, quizás de merecerte
no tener la estatura, para alcanzar tu amor.
Y en mi temor me aterra, la idea de perderte
porque hoy toda mi vida, la vivo por quererte
y sin ti perdería, su sentido y valor.

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