QUE NO TE QUEPAN DUDAS

Era yo, un ser gris y resignado

Que rimando la hiel de un desamor

Dejaba de mis versos, el legado

De un corazón vacío y lastimado

Deshilachando en tinta mi dolor.

Era yo, quien desde el anonimato

de mi nick, desahogaba en la poesía

Toda la pena de un amor ingrato

Era yo, quien obtuso e insensato

Me dejaba morir, sin rebeldía.

Y eras tú.... quien desde el otro lado

De mi pantalla, te convertirías

En ese ángel, que a los desheredados

Envía Dios, para ser rescatados

De su abandono y su melancolía.

Eras tú, quien al pie de mis poesías

Me dejaba mensajes de consuelo

Y el poder de tus trazos conseguía

Arrancar mi alma de sus apatías

Para elevarla, casi al mismo cielo.

Y fue tu mano de trazo delicado

Que obró el milagro, de hacerme mejor

Tomaste un corazón, ya desvastado

Y en su árido interior dejaste anclado

Para siempre el regalo de tu amor.

Y eres tú, la razón por la que vivo

El aire que alimenta mis pulmones

El dulce lazo del que soy cautivo

Mi refugio, mi consuelo y el motivo

Por el que mi alma reencontró sus ilusiones

Te amo sin límites y sin condiciones

Desde la lírica de mi poesía

Y no existen caídas ni tropezones

Que desamarren nuestros corazones

Que Dios unió con su sabiduría.

Pues sería tuyo, aun si no fueras mía

Tal el amor, que en este pecho arde

Pues desde que te leí, aquel primer día

Mi alma aprendió, que te pertenecía

Y que para el amor, jamás es tarde.

Era yo el mismo...... que desesperado

Volcaba en rimas.... todo mi dolor

Fijate tú.... si soy afortunado

Que en aquel sitio.... donde un día he llorado

Se escondía para mí tu tierno amor.

Y hoy simplemente, porque te enteraras

Mi pluma expone con tinta del amor

Todo lo que mi boca no expresara

Y que tu oír, quizás necesitaras

Pero tú sabes.... no soy muy hablador.

Asi que nunca dudes, de este huraño

Que junto a ti ha encontrado lo mejor

Se que me encierro en mí, que soy extraño

Culpa a mi estupidez, culpa a mis años

Pero siéntete segura de mi amor.