La noche que te fuiste no hubo llanto
ni siquiera un reproche de mi parte
¿Con qué derecho podría reprocharte
a ti, que alguna vez me amaste tanto?
Si mi vida acabó por desgastarte
y trastocó tu amor en desencanto.
La noche que te fuiste, ni siquiera
hice un intento para convencerte
Tragué la hiel de mi caída certera
y cerrando mis ojos por no verte
antes de que tu paso se perdiera
comencé a acostumbrarme a no tenerte.
Y esa noche se perpetuó en mi vida
y en esa oscuridad eternamente
bebí el dolor de saberte perdida
sin poder arrancarte de mi mente.
Y fue tu amor una profunda herida
que habría de sangrar eternamente.
La noche que partiste , se eterniza
en cada instante de mi vida oscura
Te llevaste mi sueño, mi sonrisa
y la ilusión de una dicha futura
sólo dejaste un alma que agoniza
y el ansia de morir que ya me apura.
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