Amanece lentamente
Tras una gélida noche
Solo el ruido de algún coche
Sacude el silencioso ambiente
Comienza a surcar la gente
Rumbo a sus ocupaciones
Desde los muchos rincones
Los perros se desperezan
Y los rayos del sol empiezan
A iluminar los balcones
Poco a poco cada esquina
Con su ritmo cobra vida
Entre apuros y corridas
Y estridencia de bocinas
Viajan almas sumergidas
En su mundo de rutina
Solamente hay un umbral
A donde el sol no ha llegado,
Entre diarios cobijado
Y al lado de un animal
Yace el cuerpo congelado
De un indigente social
Muchas horas pasarán
Antes de que el indiferente
Peregrinar de la gente
Se percate de que allí están
Un cadáver y su can
Que apostado a su costado
Parece que hubiera velado
El sueño de su patrón
Con la misma devoción
Que en vida lo ha acompañado
Su cuerpo flaco encrespado
Como diciendo a la gente
Que de su amo solamente
Muerto será separado
La Policía ha llegado
Y ha intentado vanamente
Sortear la hilera de dientes
Que se interpone a su paso
Si pareciera que acaso
El famélico animal
Intentara en el final
De su desgraciado amigo
Una bala policial
Que terminara consigo.
Finalmente doblegaron
Al can, sin hacerle daño
Y hubo un sentimiento extraño
En quienes lo dominaron
Quizás hasta se avergonzaron
De sentir que el perro aquel
Era mas noble y mas fiel
De lo que jamás pensaron
Pues solo cuando rezaron
Un responso por su alma
El perro encontró la calma
Y sólo así se lo llevaron
La sombra empieza a ganar
Lo alto de las cornisas
Vuelve el sonido y la prisa
Para llegar al hogar
Comienzan a regresar
A sus mundos y a sus vidas,
La ciudad se duerme erguida
Cual grotesco monumento
Y la noche , en un momento,
Se adueña de la partida
Y en el centro, hay un umbral
Cubierto por unos diarios
Que es testigo del calvario
De un indigente social
Pero al fin… todo da igual
La noche sigue avanzando
Y todo se va olvidando
Con el ansiado reposo
Solo aquel perro sarnoso
Sigue como un escudero
Custodiando aquel agujero
Cual si esperara a su amigo
Mientras la noche es testigo
De su aullido lastimero
Del libro El duende interior.
Poemas de Mario
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